Costa Cruceros, la mayor operadora del Mediterráneo, ha anunciado que va a volver a operar pero poco a poco. Después de sufrir como pocas otras actividades la pésima imagen que dieron muchos cruceros aislados en el mar con pasajeros enfermos, después de haber tenido que paralizar una flota cuyo valor es elevadísimo, el reinicio de la actividad tendrá que ser pausado para no llevarse nuevos traspiés que generen aún más daño a la imagen de este negocio.
Los barcos no empezarán a operar hasta julio, dijo Neil Palomba, el director general de la compañía, en una entrevista al Corriere della Sera, el periódico de Milán. “Han sido semanas y meses muy complicadas para poder garantizar el traslado a sus casas de todos los viajeros que quedaron atrapados en nuestros barcos cuando se produjo la paralización de la actividad. Esta emergencia ha afectado a los cruceros y ahora tenemos que volver con otra visión”, añadió.
El retorno será en tres etapas: la primera tendrá lugar sólo en cruceros de corto recorrido, sólo en Italia, buscando enlazarse con actividades locales en los puertos a los que lleguen los barcos; la segunda etapa será con los países limítrofes de Italia, sólo en el Mediterráneo. Finalmente, la tercera etapa será la normalización de la operación.
La compañía también anunció que está reformando los cruceros en el sentido de la operación a bordo, donde las actividades, las excursiones, el entretenimiento y, por supuesto, los servicios de ocio y restauración, van a tener que ser ofrecidos de forma muy diferente. Recuerden que estos barcos tienen actividades diarias de ocio, además de restaurantes con buffet que implican colas y aglomeraciones, lo cual es un verdadero desafío.
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